sábado, 11 de julio de 2015

Por qué necesitamos reducir el consumo de sal.



    Es ampliamente conocido que la sal favorece la hipertensión, siendo una recomendación general a las personas con tensión elevada seguir una dieta baja en sal. Pero existe otro efecto perjudicial del que no hemos oído hablar tanto: el fomento de la osteoporosis
    Durante la evolución, el organismo de los animales desarrolló diversos mecanismos adaptativos para sobrevivir, estrategias que se conservan intactas en la actualidad: uno de ellos es la capacidad de almacenar la mayor cantidad de grasa posible ingerida en la dieta, en previsión de días de ayuno por no encontrar alimento suficiente en la naturaleza. 
    Pues bien, de forma semejante, el riñón está diseñado para reabsorber la mayor parte posible de la sal que ingerimos. Las sales minerales son necesarias para el organismo, y en las etapas del hombre primitivo la alimentación a la que había acceso no constaba de las cantidades de sal que hoy tenemos en nuestra mesa. Es decir, antes se adquirían las sales minerales necesarias exclusivamente por medio de los alimentos que las contienen de manera natural, mientras que hoy día existe un exceso de sal en la dieta porque nosotros la añadimos. 
    
     Sea como fuere nuestros órganos filtradores, los riñones y sus unidades de filtrado más pequeñas, las nefronas, se encargaron de aprovechar al máximo las moléculas de sal, esto lo hace en los túbulos  mediante una proteína transportadora y con un coste energético: el calcio.
      Por cada molécula de NaCl que la nefrona reabsorbe, paga el coste de un ion de calcio.


     
   

     por eso a las mujeres con riesgo de pérdida osea se les recomienda la reducción de sal aunque su presión arterial sea la adecuada.
     Por todo ello es conveniente reducir el consumo de sal, sobre todo la que consumimos con los aperitivos procesados de paquete y la que añadimos en la mesa y por supuesto, que la sal que tomemos sea sin refinar. La flor de sal es la que deberíamos elegir, pues es  la más rica en yodo natural. Sales que se han puesto de moda como la de Himalaya, carecen de yodo.
    Hay que recordar la necesidad de no añadir nada de sal a la comida de los bebés ni tampoco azúcar, así evitamos pervertir su paladar con dos sustancias que no necesitará en el futuro. 
     
      Adriana Ruiz Díaz. Dietista.
      Paloma Lyra Prados Ruiz. Médico.
 
      Manual para el MIR de la CTO
      http://blog.purenature.es/vida-saludable/la-sal/

0 comentarios:

Publicar un comentario